Evangelio del Domingo 15 de octubre de 2017. – Mateo 22, 1-14
El banquete de Dios queda abierto por los siglos de los siglos. Todos estamos llamados por el propio nombre en el Reino del mundo nuevo que Jesús nos ha traído
Un pps de Regina Goberna
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Mateo 22, 1-14 Evangelio del Día
Jesús presenta el Reino como un banquete, como una boda. Símbolos de amor, amistad, comunión y felicidad. Cuando nuestros «campos», nuestros «negocios» nos interesan más que los intereses de Dios, Dios nos interesa poco, y por poco, por cualquier excusa, se le deja de lado. Al reino se va por invitación, como a una boda, como a una fiesta. Quién convoca al banquete no manda, invita. Lo más profundo de Dios se alcanza y acepta por invitación. Las cosas mas profundas y esenciales de la vida no se hacen por obligación ni por deber, sino por libre decisión, por libre respuesta a una invitación, a una sugerencia, a una mirada, a un susurro….
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